Se ha demostrado que la “la hora del patio” tiene numerosos y valiosos beneficios en el desarrollo tanto físico como psíquico de los niños/as ya que permite que el niño/a desarrolle determinadas habilidades sociales para interactuar en ausencia de los profesores, potencie la imaginación y la creatividad compartiendo juegos o jugando a juegos de rol y por último relaje la mente para consolidar los aprendizajes de largas horas de concentración.
Agregar juegos pintados en el suelo del patio de la escuela es una forma atractiva y relativamente sencilla de proporcionar nuevos estímulos de juego y aprendizaje para los alumnos, especialmente para aquellos más sensibles, en la transición desde infantil a la escuela primaria. Estos juegos son divertidos y educativos al mismo tiempo, y pueden ayudar a desarrollar habilidades importantes como la coordinación, el equilibrio y la cooperación. Además, los juegos pintados en el suelo son una forma económica y duradera de agregar una zona de juego al patio de la escuela sin necesidad de instalar equipos de juegos más caros y que ocupan espacio.